Siempre digo que leo más de tres libros a la vez y que así me va. A saber: 1) el libro de batalla que llevo siempre encima para leer en el metro/bus. 2) el de tapa dura al que dedico mis noches sobre un gran almohadón 3) el pobrecito que leo a lo largo de los meses, que parece que abandono, pero que siempre-siempre tengo prensente en mi corazón *risas* Pues bien, os voy a hablar de un libro que pertenece a la primera categoria:
PLAN MAESTROEscrito por Heather Pringle en 2006. Pretende ser una radiografía y autopsia de la Ahnernebe.
Que conste y que sirva de sobreaviso que todavía no he terminado de leerlo, pero puedo dar ya una opinión bastante formada, debido no a mi extraordinario ego, sino, a la propia estructura del libro poco ligada entre sí. Plan Maestro se trata más que nada de un compendio de informes sobre determinados aspectos organizativos y que tocan temas más comunes de la institución nazi, así como anecdotas y episodios poco concretos de la guerra; entremedio podemos encontrar lo que realmente sería lo interesante del libro: una serie de capítulos (+/- extensos) que si dan cuerpo a la base teórica sobre la que se aposentaba la organización para el estudio de los ancestros del pueblo germano por parte de la élite de la SS. Podemos leer -entonces sí- la obsesión por reescribir la propia historia, como se obcecaban a través de las costosas y problemáticas expediciones por medio mundo en buscar no del grial sino de los rastros de aquella primigenia y perfecta raza aria que ellos imaginaban, que fue la más capaz entre el resto de razas y que dio a luz toda arte y técnica, sometiendo el planeta por entero.
Toda una generación hemos crecido con las pelis de Indiana Jones, en las que más o menos, con mayor o menor protagonismo los oficiales nazis iban pisándole los talones al bueno de Indiana para bien robarle, bien adelantarse en pos de todos aquellos tesoros que daban nombre a las propias pelis. MAL VAMOS. Básicamente, esta misma generación hemos tenido que aprender que los nazis eran algo más que arqueólogos malos con uniforme y monóculo, y es algo por lo que Steven Spielberg debería pedir disculpas alguna vez, dar un paso al frente y decir: Sí, yo traumé a toda una generación nacida en los ochenta con mis nazis peliculeros y de aventura, que solo eran malos porque sudaban y querían robarle al "bueno de Indiana jones".
Así, no puede parecernos tan anormal que medio mundo esté totalmente convencido que los nazis consiguieron la Arca de la Alianza, el martillo de Thor y que el mismísimo Fuhrer se llegara tomar sus chococrispis mañaneros en el Grial...
Este libro en principio desmonta el "mito" de la Ahnernebe como una fábrica de Merlines y Doras exploradoras, y casi sorprende que dedique una densa primera parte a desentrañar la maraña de especulaciones antropológicas, etnográficas y raciales que llevaron a ir tejiendo el gran "potipoti" en el que se convirtió la patraña de la supremacía aria. Y para decirlo no voy más allá del simple hecho que el propio término "ario" está tomado por prestado del sánscrito y que nada tiene que ver con raza-pueblo etc. Interesante porque resulta tan sencillo de comprender que incluso te llegas a preguntar porque jamás nadie lo ha dicho tan claramente; lo que en un principio te mediodeslumbra, enseñándote las medio verdades al final acaba aburriéndote, porque no sabe ir más allá, tal vez hubiera sido necesario una escritura a cuatro o seis manos, propiciando una mayor apertura académica. Una explicación más, cuando lo único que nos regala la autora es un cascarrillo más sobre la vida sentimental de Himmler...
A partir de aquí el libro como podéis ver anda entre el hundimiento argumental y la recopilación de anécdotas de vidas y milagros de algunos de los eruditos que poblaron los despachos de la Anhnernebe, así como de sus dirigentes. No quiero ser muy puntillosa, pero Hitler anda desaparecido en este libro, tan solo es mencionado para recalcar que estaba prácticamente en desacuerdo las 24h del día con sus investigaciones, lo cual hace que te preguntes: y ¿cómo siguieron siendo financiados? y ¿apoyados?. Misterio sin resolver...
La lectura del libro es como un claroscuro, hay capítulos interesantes, bien redactados, que hacer honor a su título y de lo que de ellos se espera; pero al leer el siguiente capítulo con igual título sugerente te encuentras un amasijo extraño que mezcla sin ton ni son la ingeniería agraria, los escarceos sentimentales y un leve rastro de la intensísima diplomacia europea. Es un libro claramente desequilibrado, obtusamente documentado
Destaco solamente los capítulos dedicados a Carelia, a las expediciones arqueológicas y diplomáticas en Irak y al Tíbet (esta parte del libro ha hecho que me entren unas ganas terribles de volver a ver: Siete años en el Tíbet, pero solamente para echarme a reír un rato que lo necesito). ¿Lo demás? no es interesante y lo es.
Es interesante: porque nunca está de más saber un poquitín más...
No es interesante: porque no se trata de un libro que hable exclusivamente de la Ahernebe, no se tratan las expediciones como yo podría esperar que las tratase una arqueóloga.
Le falta algo, y no me atrevo a decir que sea rigor, pero me da esa sensación; tal vez la historia no era tan larga como para dedicarle un libro, yo que sé, yo diría que sí pero no ESTE libro precisamente. Quede claro que no esperaba leer sobre Himmler en Montserrat buscando el grial o del chamanismo en Crimea... vale, de esto último sí esperaba leer algo, de lo primero no.
Y me sorprende porque Heather Pringle está considerada como una de las arqueólogas más influyentes y prolíficas de toda Norteamérica, ella es canadiense. A la vista está que su bibliografía no es tan extensa como en un principio se pudiera esperar, 3 libros:
El Congreso de las Momias,
En busca de la antigua Norteamerica y
Plan Maestro.Sus artículos son bastante conocidos, comentados y recomendados, pero no creo que una estudiosa y académica pueda publicar un libro sin una sola nota bibliográfica, dejando todo el peso del proceso de documentación al servicio de una larga introducción a modo de "agradecimientos" como sucede en el caso de Plan Maestro algo que ya tan solo por eso hace que el primer contacto con el libro sea un tanto peculiar. No se trata de mi edición, se trata de LA edición en sí misma: ni una sola nota al pie de página, ni una nota de traducción, ni tan siquiera algo tan IMPORTANTE como un índice temático. Ya he comentado que por no existir no existe ni tan siquiera una bibliografia, pero tampoco un glosario. Miento, hay un breve glosario en el que se establece un grado comparativo entre los grados dentro de la SS y la categoría militar genérica. pero-nada-más.
Sencillamente no me parece muy serio y creo que no lo es, ni que tampoco os lo pueda parecer a vosotros. Y para que así no os parezca os daré un detalle más: el léxico. Pobre como en el cualquier redacción de la que aquí os escribe, malintencionado y expresamente ridiculizador y lo que es peor: antieuropeo en bastante aspectos, pero esta última acusación es una "experiencia en plan extrasensorial" que he tenido al leer algunas apreciaciones sobre la Ilustración o la política de Gran Bretaña y Francia o de la propia relación que se establecia entre los investigadores nazis y las administraciones europeas (noruega, finlandesa o islandesa)a las que acudían pidiendo permisos para excavaciones y etc. De hecho, el propio sistema universitario alemán de la república Weimar es puesto en duda prácticamente a lo largo del libro.
Sin terminar el libro, del que me quedan solo 3 capítulos puedo darle tranquilamente y sin remordimientos un 4,9 de nota. No suspende de forma estrepitosa, pero tampoco se puede aprobar un libro como este.
Chimpum
edit: lo sé... no he nacido para ser agente literaria...