Rafael Alberti |
(...)
Quedo mi cuerpo vacío
negro saco, a la ventana.
Se fue.
Se fue, doblando la calle.
Mi cuerpo anduvo, sin nadie.
Rafael Alberti, Sobre los Ángeles
Poema El Cuerpo Deshabitado.
Básicamente así ando yo, concetrada en algún punto minúsculo de mi propio cuerpo. Condensada, recondentrada como el lavabajillas de turno que con una sola gota podría lavar todas las paellasdas de medio Levante, así espero el momento adecuado para expandirme de nuevo y reivindicar que estas venas, estas carnes y estas malas sinapsis son todas mías, por completo.
De mientras, ando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario