27 de febrero de 2010

el pecado capital: IRA

Sé que hice bien cortándome el pelo, porque no de no ser así estaría arrancándome mechones a todas horas. No es que sufra un ataque de piojismo o sarna sino que los nervios empiezan a atacarme como a las "señoras de antaño" (muy probablemente ya sea un grupo de facebook)
Preferiría que me diera la llorera, imsomnio cabalgante, dolores inexistentes. No sé, las cosas que suelen dar cuando estás al límite y tu cuerpo empieza a fallar por todas partes. Sin embargo, continuo fuerte como un roble y de momento no me da la llorera.
Sin embargo...
Preferiría no sentir esta rabia interna, estas ganas (que contengo) de comprarme un bate de besibol (Decathlon 22 €) y pasarme las noches rompiendo lunas o papeleras... de momento he logrado no desear romper cabezas ni rodillas. Concretemos, lo he deseado, pero no las suficientes veces como para empezar a preocuparme.

Me paso las noches soñando que corro de noche por calles amplias e iluminadas, corro hasta meterme por callejones, tan estrechos que a veces sueño que toco con la palma de las manos la humedad de las paredes.

Tengo ganas, más ganas que nunca, de apretar a correr, para matar de cansancio a este bichajo rabioso que llevo dentro... pero necesitaría comprarme calzado deportivo -que desterré ya hace años de mi armario- necesitaría saber que haciéndolo no me arriesgo a que el frágil ecosistema de mis columna se vaya al traste.

The Dante's Inferno Test has banished you to the Seventh Level of Hell!
Here is how you matched up against all the levels:
LevelScore
Purgatory (Repenting Believers)Very Low
Level 1 - Limbo (Virtuous Non-Believers)Very Low
Level 2 (Lustful)Moderate
Level 3 (Gluttonous)High
Level 4 (Prodigal and Avaricious)Moderate
Level 5 (Wrathful and Gloomy)Extreme
Level 6 - The City of Dis (Heretics)Moderate
Level 7 (Violent)Extreme
Level 8- the Malebolge (Fraudulent, Malicious, Panderers)Very High
Level 9 - Cocytus (Treacherous)High

Take the Dante's Divine Comedy Inferno Test

El séptimo círculo del infierno está custodiado por Asterión (el minotauro), esa criatura medio humana, medio animal que tan solo decapitado comienza a recuperar la totalidad de su humanidad. Asterión, que, encerrado desde pequeño, contempla el mundo por una mirilla, alejado de la luminosa civilización. Asterión, cuya única connexión es Ariadna, quien no duda en traicionar a su familia...
Me desvio a conciencia. Os habéis dado cuenta que Ariadna es tal vez la única figura femenina dentro de la mitología que TRAICIONA de forma consciente a su familia. No me refiero a Helena huyendo, abandonando a su marido, me refiero a una hermana conduciendo al verdugo hasta el corazón del laberinto, para que de muerte a SU HERMANO.

Puede que lo que viene después, una vez Teseo abandona a Ariadna, sea mucho más interesante, los años que vive en soledad en la playa desierta, el intento de ahorcamiento, la llegada providencial de Dionisos, etc, etc. Ariadna consigue en cierto modo una "recompensa" a su traición_abandono. Vale, no se trata de un cuento Disney, pero ya quisieramos más de una y de dos toparnos con la "cabalgata" de Dionisos, para que al son de las trompetas rasgarnos las vestiduras, mientras pegamos alaridos y nos arrancamos mechones de cabello...

Menos mal que lo llevo corto...

Círculo cerrado
¿No?

20 de febrero de 2010

accidente/ aviso/ patrón

Sabado por la mañana... debería estar estudiando, avanzando temario, escribiendo documentos atrasados, y sin embargo no soy capaz.

Ayer fue un mal día. Siempre digo que cuando algo malo pasa es un accidente, cuando pasa por segunda vez es un aviso y cuando pasa por tercera vez es un patrón que ya se ha establecido.

Febrero no es mi mes, debería preguntarle a Nuria (que es quien más sabe de estas cosas) qué tenemos los tauro con ascendente escorpio con el mes de febrero. Tal vez sea que Febrero fuera consagrado a un dios que no es afín ni con Venus ni Jupiter (mis protectores según estas historias del horoscopo en las que poco a poco voy creyendo cada vez más)

Digo que febrero no es mi mes, pero puntualizo: no lo es ahora. En mi época de universitaria era el mes de los exámenes y veamos mal no me iban nunca. siempre fuí más de dejarme asignaturas para la siguiente convocatoria que no de suspenderlos. En toda la carrera solo he suspendido 5 exámenes... pero, este no es el tema. FEBRERO NO ES MI MES LABORALMENTE.

El año pasado sucedió algo que me puso en alerta (el incidente). Se nos acumularon dos trabajos de campo, se solaparon y yo por las mañanas hacia una cosa (política) y por la tarde me ponía al día con otro trabajo para la Patronal. En la oficina estaba sola, porque Marta estaba en Vaqueria haciendo el tercer trabajo ( encuestas para el Consorci de Turisme del Pirineu). El caso es que durante una semana estuve literalmente sola en la oficina, haciendo mi trabajo y el otro trabajo que siempre se tiene que hacer en una oficina. Resultado: dupliqué un caso.

Fue uno de los peores días que recuerdo haber vivido, el momento de darme/darnos cuenta que la base de datos y el informe estaban hechos sobre una base erronea (por el caso de más). Estadísticamente no era un debacle, pero claro todos los casos de entregan y el cliente podía ver claramente que la base estaba mal. Total, aquel día pensaba que me iban a echar, pero no fue así. Supongo que en algun momento se dieron cuenta que mientras ellos escribían los informes universitarios y supervisaban una becaria, que yo no ví durante todo el tiempo que estuvo con nosotros, yo tenía dos trabajos imporantes en manos y que estaba sola, ocupándome además del nutrido grupo de encuestadores que hayamos tenido (15 en total)... supongo que se dieron cuenta...

Ese día (por la noche) decidí que no me podía quedar más, ni un solo año más, que todo el tiempo que estuviera allí trabajando sería una especie de castigo autoimpuesto. Y, de hecho lo ha sido, sin darme cuenta ya estamos a 20 de febrero y ya hace un año de todo aquello.


El lunes volvemos a trabajo de campo y me he compremetido a entrar a las 10 de la mañana y salir a las 22h para recuperar las horas que perdimos ayer y que debería haber utilizado para preparar las muestras del lunes... es una matriz de datos inmensa y con saltos trampa.

Debería estar estudiando, haciendo los tests que debo entregar el miércoles, teniendo en cuenta que el lunes no seré persona, pero no puedo. Sólo puedo pensar en los accidentes, los avisos y los patrones.

Es como si hubiera pedido al cielo una señal para dejarlo todo y que me la hubiese enviado pero con interferéncias...

12 de febrero de 2010

anécdotas de Clara saliendo tarde de la oficina

Hoy es Santa Eulalia, antigua patrona de Barcelona, motivo que tomaré como excusa barata para re-abrir el blog sobre la Edad Media, aunque me gustaría realizar algunos cambios estéticos primero.

Ya hace prácticamente una semana desde mi última actualización, me hubiera gustado escribir, pero he tenido una semana complicadilla, cuesta arriba con entregas del Máster (que voy atrasada) y el trabajo, que os voy a contar nuevo...

PERO, hoy aquí y ahora escribiré la entrada que prometí, sobre mis anécdotas de cuando salgo de trabajar demasiado tarde. Que tampoco es gran cosa

1) Por lo general me conozco a los conductores de la línea que me lleva a casa. Podría coger otras que me acercan bastante y hacer trasbordo pero a partir de las once de la noche es desaconsejable por varios motivos: horarios y compañías incómodas/indeseables. Como decía conozco y reconozco a los conductores de dicha línea, a lo largo de la semana se turnan de tal modo que resumiendo son tres: un chico joven con un sospechoso aire a Cristiano Ronaldo (bleg) que ha resultado ser el más majo de todos y que me da conversación cada vez que subo al bus desde el primer día que nos topamos, hasta el punto que cuando lo cambian de turno y me lo encuentro por las mañanas repetimos el ritual de la noche aunque vaya acompañada. El segundo es un hombre de unos cuarenta largos que cuando me ve subir al bus cargada y con cara de a) cabreo b) desesperación "¿qué hago con mi vida?" c) empanamiento supremo me sonríe... y de verdad nadie os debería sonreír como me lo hace él, porque es una sonrisa triste, como piadosa, que me dice: pobrecita pobrecita pobrecita. Y sí, pobrecita de mí oh oh, pero eso me lo digo yo si un caso. El tercero, es otro hombre, éste mucho más mayor, debe de estar cerca de la jubilación y por eso se me hace extraño verlo en el último turno, este hombre nunca me dirige la palabra pero cuando subo inclina la cabeza a modo de reverencia. Me he fijado que solo se lo hace a las mujeres que suben, que a esas horas no somos muchas, es un gesto bonito, claramente diferencial y toda esa pesca que estoy escuchando/leyendo en los chats que mantengo con mis compañeras de máster (Diferencia Sexual) pero a mi me gusta.

2) De camino a la parada del bus hay un pequeño restaurante que hace esquina (mi oficina se encuentra al final del trazado del Eixample) y está totalmente abierto, quiero decir que no tiene paredes sino cristaleras decoradas con madera. "El Mirador" realmente el nombre es el idóneo. Pues bien, cuando salgo de trabajar tan tarde me encuentro con los chicos del taller de motos que hay dos porterías más arriba de nuestra oficina. Salgo con hambre así que aunque mi cerebro diga "no mires qué cena la gente maleducada" irremediablemente miro algunas veces, y espero que no con mucha cara de hambrienta, que me daría mucha vergüenza pasar por esos niños made Dickens que se quedaban obnibulados delante de las puertas de los restaurantes *risa*. El caso es que a principios de enero, una noche salí tarde, tardísimo, tanto que estuve por llamar al jefe, despertarle y decirle que cogía un taxi a cargo de la empresa; cuando pasé por delante del restaurante salió uno de los chicos del taller y me preguntó si quería entrar y cenar con ellos que era muy tarde.
Obviamente le dije que no. Porque una siempre tiene que decir que no por defecto, porque el mundo nos ha enseñado a la mujeres a decir que no, porque nunca estás realmente a salvo y eso a los hombres que no tenéis nada que ver con toda la mierda que a veces viene a mal de suceder os debe romper los nervios y las esperanzas.
Dije que no entre sonrisitas aunque, realmente me moría de hambre, estaba asqueada y el chico era majo (al menos él) y lo veo cada día. Pero a pesar de todo ello, la chispita de miedo siempre está ahí, chisporroteando y lanzando avisos.
Cabe decir que cuando doblo la esquina y me los encuentro ocupando media acera mirándose una moto les saludo.

Tengo otra anécdota de "El mirador", era cuando todavía las noches no eran tan frías y podían tener dispuesta la terraza. Dos hombres de mediana edad se tomaban una caña, no sé si eran trabajadores de la docena de oficinas y despachos que hay en ese tramo de calle... no lo sé, no me sonaban. Cuando crucé el semáforo uno de ellos se levantó y me dijo en voz bastante alta: "Morena ven a tomar algo con nosotros, te invitamos"... ante esto una no aprieta el paso pero tensa más los músculos de las piernas no sea que tengamos que apretar el paso al final, sin mirármelos me fui directa a la parada de autobus y el muy cabrón (el bus XD) tardó 15 minutos en llegar (Argh) así que aguanté los reclamos del señor que me pedía unirme a ellos, y otras cosas que preferí no escuchar.

3) Lo malo de salir tarde de trabajar es que es de noche, noche, noche cerrada que dirían los literatos... y lo malo de salir tan de noche es que si vaas vestida de negro te camuflas la mar de bien y claro hay que ir con muchisisisisimo más cuidado a la hora de ejercer de peatona, porque claro un borrón negro cruzando un paso cebra puede ser fácilmente confundible con la sombra de una alma en pena cruzando el paso de cebra... ya...
Esta no era la anécdota, pero quería dejar constancia de ello, ni que Barcelona fuera una ciudad oscura de noche, con toda la luz que hay ^^U
La anécdota es que vistiendo de negro me he llevado uno de los comentarios más "RAROS" de mi vida y no fue de noche sino entrando a la oficina a las 19h de la tarde (noche noche no es pero me sirve igualmente)

"Guapa, ¿De negro? Te has equivocado de color"

Analicemos (si es que podemos). ¿Qué quiso decirme? Que una chica mona (como yo ha...ha) no puede vestirse de negro, pregunto. ¿Que el negro no es idóneo? ¿que me afea? ¡¿EL QUÉ?!
Bah! que decir que me dejó totalmente traspuesta y no sé a día de hoy como encajar el comentario...

Y con esto ya hemos terminado (por el momento) otro día os comentaré las cosas que me encuentro por la calle cuando salgo tarde de la oficina.

6 de febrero de 2010

amazona

Ahora en forma de prosa:

Me he cortado el cabello, me he lavado la cara. He descubierto mis pechos y me he ceñido a la caderas pieles curtidas- con fuerza-; pieles dónde guardar mis secretos durante los días de verano.

Dejando para mañana cercenarme un pecho, si eso...




Y en la penumbra de mi cueva me rio y discurro; estudio el secreto de los telares y el arte de las ranas. Pero sobretodo: limpio mis armas y las preparo para la batalla. Encero mis ideas y mis conocimientos.

Respondo preguntas
Formulo retos

Atizo el frío de la planta de mis pies y por supuesto cambio de nombre para que la muerte no me encuentre en su lista.

Hoy me siento AMAZONA




Aunque tal vez... muy helena no sea en el fondo, más bien soy húngara o cosaca. Sí, cosaca.

Brindemos


Resumen: leer entre líneas
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