En el patio de vecinas se comenta, se dice, se trastea mientras se tiende la ropa que a la del quinto primera la han... perdón. No es así, pero casi casi. Y dándole estos toques entre costumbristas y almodovarianos o aidescos (sólo me falta que la del quinto no fuera hembra sino shemale) pues prostituyo, y nunca mejor dicho, la información que traigo bajo el brazo.
Si ya lo sabíais me lo decís una vez termine de escribir, ¿vale?
Volvamos a empezar...
Se dice, se cuenta, se rumorea, se sospecha que a Jane Austen la asesinaron.
Así, tal cual, un día abres el periódico y tal y como si se tratase de un Salvame edición post-mortem y Deluxe de la regencia se habla por primera vez en voz alta y en medios de comunicación sobre lo que para algunos era prácticamente una certeza y para otros una de las tantísimas hipótesis sobre la prematura muerte de Jane Austen, quien, recordemos murió con "tan sólo" 41 años. Aquí pongo el tan sólo entrecomillado y en cuarentena, porque actualmente 41 años nos parece una edad que está cerca incluso de la adolescencia. Vivimos más del doble, creo que con eso lo decimos todo... todo dentro de nuestro acotado y limitado mundo OCDE, primer mundo, llamadle como queráis.
Así que tenemos lo siguiente:
1- que la buena de Jane Austen murió con 41 años y nunca se ha tenido claro porqué, si la mujer como pudimos ver en "Becoming Jane" se libró de llevar la típica vida de matrona, pariendo hijos y muriendo varias veces en el intento de traerlos al mundo... por mucho que ello hiciera llorar a James McAvoy y a quienes la vimos en DVD (la película, me refiero)
2- la verdad... Jane Austen queda lejos para los conspiranoicos, especímenes mucho más interesados en los Chemtrails (tema apasionante donde los haya, del que yo permanecía alejada)
Y fueron pasando los años hasta que este mismo mes de noviembre pasado saltó la noticia:
Ahora solo hace falta que los entendidos en Austen digan la suya, que alguna comisión tome en consideración exhumar los restos de la escritora y arreando, misterio resuelto y nueva película para filmar.
Un placer haber vuelto
Así, tal cual, un día abres el periódico y tal y como si se tratase de un Salvame edición post-mortem y Deluxe de la regencia se habla por primera vez en voz alta y en medios de comunicación sobre lo que para algunos era prácticamente una certeza y para otros una de las tantísimas hipótesis sobre la prematura muerte de Jane Austen, quien, recordemos murió con "tan sólo" 41 años. Aquí pongo el tan sólo entrecomillado y en cuarentena, porque actualmente 41 años nos parece una edad que está cerca incluso de la adolescencia. Vivimos más del doble, creo que con eso lo decimos todo... todo dentro de nuestro acotado y limitado mundo OCDE, primer mundo, llamadle como queráis.
Así que tenemos lo siguiente:
1- que la buena de Jane Austen murió con 41 años y nunca se ha tenido claro porqué, si la mujer como pudimos ver en "Becoming Jane" se libró de llevar la típica vida de matrona, pariendo hijos y muriendo varias veces en el intento de traerlos al mundo... por mucho que ello hiciera llorar a James McAvoy y a quienes la vimos en DVD (la película, me refiero)
2- la verdad... Jane Austen queda lejos para los conspiranoicos, especímenes mucho más interesados en los Chemtrails (tema apasionante donde los haya, del que yo permanecía alejada)
Y fueron pasando los años hasta que este mismo mes de noviembre pasado saltó la noticia:
"La escritora Lindsay Ashford asegura en su última novela
que Jane Austen pudo ser asesinada"
"... But a few years after her death a wave of paranoia swept England in the wake of an epidemic of arsenic poisoning. The tasteless, odourless white powder could be bought from any grocer’s shop with no questions asked. People were poisoned suddenly, by accident, when it got mistaken for baking powder or talc, and there were also those who were poisoned slowly and deliberately by relatives or servants who knew the symptoms were likely to be taken for disease or infection of the digestive system. I thought of Jane’s friend, Anne Sharp, who lived well into the middle of the nineteenth century and would have read about the arsenic-phobia in the newspapers. She would also have known about the Marsh Test. Developed in 1836, it enabled the analysis of human remains for the presence of the white powder. What would you do, I wondered, if you suspected your best friend had been poisoned and you were in possession of a lock of her hair?"que Jane Austen pudo ser asesinada"
Ahí es nada. El hecho es que fuera coñas, la escritora británica, más conocida por sus novelas negras (Strange Blood por ejemplo, gracias google) se le metió entre ceja y ceja que algo extraño, peculiar y que no acababa de cuadrar había en la muerte de la escritora fetiche.
Cuando digo que Jane Austen es una escritora fetiche sé que sabréis leerlo tal y como quiero que lo entendáis: es una escritora iconográfica, de la que a duras penas sabemos qué cara tenía pero, francamente no importa, ni tan siquiera nos debería importar qué tipo de vida llevó (me refiero a tí Hollywood), sus libros ya son de por si solitos su mejor presentación ahora y a lo largo de los siglos (si es que no nos extinguimos el año que viene)
Para escribir el libro The Misterious death of Jane Austen Lindsay Ashford se trasladó a vivir al pueblo donde vivió la propia escritora (Chawton) hace ya más de tres años.
Leyendo la correspondencia privada de Jane con parte de su familia, Ashford creyó dar con un detalle más que interesante, que al resto nos habría pasado desapercibido, pero que a ella no debido a su carrera como criminóloga.
Jane Austen escribió: “ I am considerably better now and am recovering my looks a little, which have been bad enough, black and white and every wrong colour”
A Lindsay Ashford este detalle le sugirió rápidamente que la escritora de la Regencia tenía el cuerpo minado por manchas blancas y negras, síntoma inequívoco de un posible envenenamiento por arsénico. Posteriormente se ha sabido que un mechón original del cabello de Austen fue subastado a finales de 1948 y que el comprador, movido por vete a saber tú que razón, había sometido el mechón a varios análisis, en dichos análisis se descubrieron trazas de arsénico.
Hay quien con este detalle ya por sentado que Austen fue envenenada. Quienes más se muestran entusiastas con la idea son quienes se dejan caer por el siguiente barranco, asegurando que fueron sus propios familiares quienes la envenenaron. Yo, por una vez seré escéptica. El Arsénico no es que haya podido tener más de un uso, y como suele pasar, un posible uso sería como ingrediente de medicamente y, otro segundo posible uso, como ingrediente de cosmética.
Tanto es así que el arsénico, conocido desde la Grecia Clásica y muy utilizado por la medicina árabe, fue utilizado durante el siglo XVIII como elemento de primer órden en la medicina, hasta que afortunadamente fueron sustituidos por los antibióticos y los sulfamidas. A lo largo del siglo XIX ya todos sabemos que circuló la paranoia social entorno al ARSENICO y los envenenamientos por el dichoso elemento. Casi podríamos decir que se generó toda una cultura morbosa entorno a la muerte incolora, inodora, sin sabor, sin grandes malestares, una muerte que se dispone en el plato de sopa, en la levadura utilizada para hornear el pan recién hecho de cada mañana...
Ahora os dejo un extracto:
Cuando digo que Jane Austen es una escritora fetiche sé que sabréis leerlo tal y como quiero que lo entendáis: es una escritora iconográfica, de la que a duras penas sabemos qué cara tenía pero, francamente no importa, ni tan siquiera nos debería importar qué tipo de vida llevó (me refiero a tí Hollywood), sus libros ya son de por si solitos su mejor presentación ahora y a lo largo de los siglos (si es que no nos extinguimos el año que viene)
Para escribir el libro The Misterious death of Jane Austen Lindsay Ashford se trasladó a vivir al pueblo donde vivió la propia escritora (Chawton) hace ya más de tres años.
Leyendo la correspondencia privada de Jane con parte de su familia, Ashford creyó dar con un detalle más que interesante, que al resto nos habría pasado desapercibido, pero que a ella no debido a su carrera como criminóloga.
Jane Austen escribió: “ I am considerably better now and am recovering my looks a little, which have been bad enough, black and white and every wrong colour”
A Lindsay Ashford este detalle le sugirió rápidamente que la escritora de la Regencia tenía el cuerpo minado por manchas blancas y negras, síntoma inequívoco de un posible envenenamiento por arsénico. Posteriormente se ha sabido que un mechón original del cabello de Austen fue subastado a finales de 1948 y que el comprador, movido por vete a saber tú que razón, había sometido el mechón a varios análisis, en dichos análisis se descubrieron trazas de arsénico.
Hay quien con este detalle ya por sentado que Austen fue envenenada. Quienes más se muestran entusiastas con la idea son quienes se dejan caer por el siguiente barranco, asegurando que fueron sus propios familiares quienes la envenenaron. Yo, por una vez seré escéptica. El Arsénico no es que haya podido tener más de un uso, y como suele pasar, un posible uso sería como ingrediente de medicamente y, otro segundo posible uso, como ingrediente de cosmética.
Tanto es así que el arsénico, conocido desde la Grecia Clásica y muy utilizado por la medicina árabe, fue utilizado durante el siglo XVIII como elemento de primer órden en la medicina, hasta que afortunadamente fueron sustituidos por los antibióticos y los sulfamidas. A lo largo del siglo XIX ya todos sabemos que circuló la paranoia social entorno al ARSENICO y los envenenamientos por el dichoso elemento. Casi podríamos decir que se generó toda una cultura morbosa entorno a la muerte incolora, inodora, sin sabor, sin grandes malestares, una muerte que se dispone en el plato de sopa, en la levadura utilizada para hornear el pan recién hecho de cada mañana...
Ahora os dejo un extracto:
Ahora solo hace falta que los entendidos en Austen digan la suya, que alguna comisión tome en consideración exhumar los restos de la escritora y arreando, misterio resuelto y nueva película para filmar.
Un placer haber vuelto
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