He vuelto a soñar con agua
mares
y océanos bicolores.
...
Debería sentir ahora mismo un leve temor reposando, dejándose macerar. Pues siempre que sueño con agua-mares, crestas de olas, tormentas marinas, un palmo de agua estancada en mi habitación o con cualquier ser que se mueve debajo de agua- siempre resulta que le prendo la mecha de mis miedos y me complazco regalándome (gratuitamente por supuesto) una leve temporada repleta de descorazonados momentos en medio del trayecto de bus o en mitad de un análisis estadístico.
No obstante, llevo días y semanas sumadas divagando y infiriendo sobre los más recientes aspectos de mi vida, relacionados o ajenos a qué hago actualmente firmando contratos y cómo mi general suerte parece ir a la contra de la del resto del país.
Y debe haber sido el detonante para volver a soñar con mares y agua llenándome los pulmones.
No hace falta ir muy hacia dentro en un análisis psico-análitico
Cuando sueño con agua
al despertar presiento todavía la sombra de la presión en mis sienes
al despertar todavía respiro con sorpresa de nuevo
al despertar oigo las olas
y mis pies extrañamente fríos y sucios;
mis manos abiertas en una mutación de aletas
Después, pero solo algunas veces, digo en voz alta: agua
y vuelvo a dormirme.
Esta noche, el mar era un océano verde con bancos de peces inmensos y semitransparentes, funcionando como pequeños espejos reflejando, despistando, iluminando y cegando. Y yo buceaba. Arriba, donde rompen las olas que apenas se han formado estaba otra mujer mirándome allá abajo pisando el agua, hundiendo sus pies hasta los tobillos.
Los bancos de peces se abrían a mi paso y me sentía enrabiada, corriendo, vibrante en fogonazos de hambre si tuviera que resumirlo: de caza.
Aquella que nadaba se lanzaba a por aquella yo que me miraba.
Y al agarrarle por los pies y tirar de ella hacia abajo, conmigo, dentro de ese reescrito mar verde: ha gritado. Un sorprendido grito, tomada por sorpresa, RAPTADA.
Me he despertado
...
Siempre que sueño con agua soy la víctima. Son pesadillas, nada más que pesadillas de las que me quiero deshacer coleando, palmeando y echando bocanadas como una carpa. Sin embargo hoy no ha sido así. Hoy me he atacado a mi misma dentro de un sueño guionizado como siempre, repleto de agua y bicolor.
Lleva lloviendo toda la mañana, y es como una pequeña broma que llevo colgando de la boca, sonriente.
Agua
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