Estado aconfesional o gallinero de sofisas?

El domingo leí en el periódico (es el único día de la semana que tengo que comprar el periódico porque el resto los leo en la oficina en papel o en su edición digital , el sábado arraso con la hemeroteca de la Redacción de la Radio) esta noticia que le esta haciendo sacar la bilis a media España.

Resulta que por fin hay una sentencia en firme sobre la demanda de un grupo de padres de random colegio público de Valladolid que han conseguido que se retiren (por fin) los crucifijos de las aulas del colegio publico, en el que solo se imparte la primaria. Claro está que ahora hay un período para que el consejo de la escuela presente o no un recurso, de presentarse y ser aceptada habría nuevamente citación para juicio, en otro juzgado. De no presentarse, la sentencia del juzgado sienta precedente y por fin y tras 30 años y pico de democracia y 30 justos y primorosos de Constitución (sí, hombre lo del próximo puente whiiiii).

El detalle sin duda triste, porque dice muy poco a nuestro favor, es que haya tenido que ser una sentencia judicial la que ha tenido que poner en firme al sistema concéntrico de la enseñanza. Ese colegio no es el paradigma de todo los colegios, pero es el claro ejemplo de que todavía no tenemos claros algunos conceptos. Y es que en vez de Nada de Carmen Laforet yo recomendaría poner como lectura obligatoria en secundaria (4 de la ESO) la Edición que Tamares hizo de la Constitución de 1978 (¬¬) es un librito fino con todos sus artículos y comentarios del peculiar erudito (peculiar porque este hombre fundó el término chaquetero y farandulero), pero comentarios buenos, instructivos y sobretodo muy entendibles. Vamos es el manual de la Constitución.

Pero ¿Por qué hago está petición? Sencillo. Un ciudadano de este Estado (con la esperanza que intento darle a lo de "ser ciudadano") necesita y debería estar obligado a saberse su constitución como se sabe el contrato de la hipoteca, o del seguro del dentista, o del ADSL. La constitución es un contrato jurídico-civil entre el Estado y los ciudadanos/currantes/explotados/burgeses/pueblollanoanalfabeto (uoooh que Hobbesiana estoy) con el que puedes estar de acuerdo o no, pero que dirige tu condición de "ente vivo y social" en un estado o en otro.

La constitución expresa que este país macarra es un Estado de Derecho y eso significa que nos tenemos que chupar eso de "Tribunal Constitucional", "Democracia representativa", "Senado", "Monarquía parlamentaria", "listas cerradas", "Fiscal General del Estado", "Estado Aconfesional" etc etc etc...

O se acepta todo o no se juega

o se aceptan las reglas del parchís o sino acabamos todos saliendo sin sacar un 5, contando 23 en dos tandas en vez de 20 etc etc etc.

España es un estado aconfesional, eso significa que en ningún lado dentro de un edificio público, que represente o no a una institución debe haber símbolos ideológicos y/o religiosos (y entended que para mi la religión es ideología también). Eso significa que si por ejemplo en el CAP (Centro de Asistencia Primaria- médica) no debe haber cruces ni estampitas de la Virgen ni publicidad de las Carmelitas, esté prohibido que el personal lleve medallitas de santos o estampitas de San Ramón en la cartera.

El estado es aconfesional, y eso significa que reconoce el hecho religioso dentro de la ciudadanía, como un eje, otro concepto que parece no entrar en las cabezas de algunos. Para entendernos, reconoce que hay una determinada fe (la católica) que juega un importante papel dentro de la individualidad y en la colectividad del pueblo, sea por tradición, cultura... nada más. Vale, con esto digo que es como la quintaesencia del pueblo, pero no, es como la paella y los reyes magos o las torrijas.

En la constitución se dice eso. No se niega la religiosidad de la nación, se mantienen los tratados con el Vaticano, pero como una especie de acerbo nacional. El país sigue siendo aconfesional, y por ello no reconoce que la fe católica sea más importante, más chachi y enrollada o más civilizada (pues en el fondo el discurso católico siempre acaba diciéndolo) que el resto de religiones que hay en el país y que practican sus ciudadanos, no hace falta irnos a los musulmanes-inmigrantes de Hospitalet para exponer un ejemplo, hace falta ir a los musulmanes de Vic, catalanes de varias generaciones, que un buen día abrazaron otra fe, se convirtieron y punto, no vienen de fuera, son ciudadanos, españoles si lo queréis decir así (a mi no me gusta, siempre hablo de ciudadanos) que no son católicos. Y todos los evangelistas que siempre ha habido campando por aquí?. Entendéis?

En las instituciones no debe haber símbolos religiosos, en un colegio público menos. Es fácil de conseguir, una papelera bien grande y "Hale nenes a descolgar al pobre señor ese colgado en la cruz que os han explicado en la clase de Reli... oh para los que no hagan Reli es el nene del pesebre de casa crecidito ^^"... otro tema un poco más complicado es el tema de las vacaciones escolares y no escolares. Por que hay que tener fiesta el día de la Púrisima si somos un estado aconfesional? Ese es nuestro DRAMA. Eso será muuuuuucho más difícil de conciliar.

A lo que quería ir es que con esta decisión judicial y la propuesta de ley que parece que se está a punto de presentar desde el ministerio de educación se conseguirá que por fin se ponga en marcha y exista una regulación que imponga lo que dice la constitución. Por que ese librillo está para lo bueno y para lo malo hasta que no tengamos uno nuevo. Y a callar...

Así que a ver si somos un poco más maduros y leemos antes de escribir en editoriales de diarios que eso significará que nuestros hijos no podrá ni hacer la comunión, y que acabaremos todos celebrando el Ramadán. Cada individuo es libre de practicar la fe que desee o sea de su cultura, cada individuo es libre de mostrar o no sus signos/símbolos religiosos. Esto no es Francia en donde ni los pobres gotikillos pueden llevar cruces en los institutos porque ahí sí que toda representación o muestra de fe está terminantemente prohibida y desde hace más de 2 siglos. Esto es un estado aconfesional, aunque a veces es un poco como ese gallinero de sofistas, conjeturando sobre las conjeturas de los demás, destrozando la idea.

Lo dicho, aunque está desfasada y no fue ratificada por una amplia mayoría hay que saberse las reglas del juego, es decir la Constitución.

Fin de la parrafada